miércoles, 28 de febrero de 2018

Miedo.

He soñado con la niña que fui mucho antes de todo esto. De toda esta tristeza, de todas estas dudas, de todas estas inseguridades.

Estaba frente al espejo que había en la casa de nuestra abuela, pintandose los labios e imaginando tener 15 años. Creía que a esa edad habría cumplido todos mis sueños, los cuales eran aprender a bailar y a coser, creía que tendría amistades como las de las películas americanas y que nunca empezaría a fumar. Tendrías que haberme visto cuando era una niña llena de ilusión con dos coletas y unas ganas incontrolables de hablar sin parar. Es una pena que lo único que quede de ella sea lo a salvo que me siento al abrazar un peluche y mi costumbre de hablar, aunque ahora hable sola porque me aterra ser el centro de atención.

He soñado con la niña que fui mucho antes de todo esto. Se quedó mirándome y después preguntó: "¿qué te pasa". Sólo supe contestarle "no nos pasa nada cariño", y esto la asustó. Pude ver y sentir el terror que experimentó cuando le dije eso, cuando se dio cuenta de que no sería una gran bailarina y que no llegaría el día que mamá nos dijese que está orgullosa de nosotras. Cuando me vio el paquete de tabaco y se percató de que apestaba a vodka y ron. Intentó hablarlo con nuestro padre pero nunca estaba, y tuvo que quedarse ahí, aterrada, mirándome y esperando el futuro que nunca quisimos.